A BRANDY Y VODKA los dejaron en el polígono. Unos hombres, los recogieron y los metieron en una nave para que no los atropellaran. Son dos cachorros de unos 8 meses, a VODKA, la hembra, parece que le han quitado el chip. Llegaron muy asustados tanto de los perros como de las personas, mal cuidados y BRANDY, el macho, tenía una herida en el ojo. Ya están recuperando la confianza tanto en los perros como en el ser humano y están empezando jugar.
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